Robótica Educativa en 10 pasos

La robótica educativa está de moda. Y con razón. Recuperar el juego, la motivación, el disfrute y la emoción en el aula es imprescindible para el aprendizaje significativo de niñas y niños. La neurociencia está ya aburrida de decirlo. Necesitamos nuevas formas de enseñar para que niñas y niños puedan aprender de verdad, porque asistir a la escuela no es sinónimo de aprendizaje.

La robótica educativa toma cada vez más fuerza, se ha convertido en un atractivo caramelo que seduce por igual a profesorado y alumnado, colándose en el curriculum o en las extraescolares. Atractiva, seductora y para muchas desconocida y abrumadora. En este artículo vamos a intentar ayudarte a quitarle el envoltorio de colores a este caramelo para que puedas elegir la manera más adecuada para llevarla a tu aula. ¿Empezamos?

PASO 1: ¿Para qué quieres la robótica en clase?

Además de para hacer de tu aula una fiesta, ¿qué objetivos persigues? En el diseño de cualquier proyecto es clave pensar el para qué de las cosas y en robótica también.

Los objetivos que pueden trabajarse con la robótica son tan amplios como la vida misma pero podemos agruparlos en cuatro categorías:

  1. Programación, pensamiento computacional, pensamiento lógico-matemático, secuenciación.
  2. Conocimientos asociados a ingeniería: diseño, sensores, electrónica, electricidad.
  3. Práctica de habilidades: trabajo en equipo, comunicación, resolución de problemas.
  4. Refuerzo de contenidos curriculares (gramática, historia, biología…).

Los cuatro apartados se relacionan entre sí. El diseño de cada sesión te permitirá dar más peso a unos u otros, pero tener una idea de qué quieres en cada área o qué áreas te interesan más, te ayudará a tomar mejores decisiones.

PASO 2: Haz una pre-selección robots

Lo difícil es acotar, hay muchas opciones y muy variadas. Intenta hacerte una lista de tres o cuatro robots.  Puedes buscar asesoramiento profesional o, si lo prefieres, hacer una búsqueda por tu cuenta.

Aquí tienes una guía que te puede ayudar a elegir:

Selección de robot según edad

Este aspecto es fundamental, el manejo del robot debe ser asequible y una herramienta de aprendizaje para las personas que lo van a usar.

Nuestra recomendación: En escuelas grandes empieza ajustando la elección del robot a un rango de edad pequeño. En una escuela pequeña escoge un robot que permita trabajar con él en varios cursos. La idea de esto es intentar optimizar lo mejor posible los recursos del centro.

¿Robot con pilas o con baterías?

Sin duda baterías. Aunque a priori parezca más caro es mucho más cómodo y si calculamos el tiempo de tener parada una clase porque falta pilas, comprarlas y cambiarlas, las baterías acaban resultando la mejor opción.

¿Robots constructivos o robots compactos?

Como norma general, si trabajas con niñas y niños de más de 12 años y en tus objetivos la parte de programación, ingeniería, electrónica y la práctica de habilidades, especialmente resolución de problemas, tiene mucho peso, elige robots constructivos, te dará más juego. Esta sección recoge robots para 1º y 2º de la ESO, ¡échale un vistazo!

Con este tipo de robots ten en cuenta que algunos proyectos pueden durar varias sesiones, por lo que durante ese tiempo no se pueden compartir por varios equipos de trabajo. 

Para trabajar en infantil y primaria los robots compactos te permiten trabajar muchas habilidades, contenidos y también programación nada más encenderlos, en general resultan más accesibles y son ideales para ser parte de proyectos amplios de cualquier tipo.

Por ejemplo, incorporar el uso del robot en un proyecto sobre el aparato digestivo. Mira este video:

Perfectos si el refuerzo curricular tiene mucho peso en tu proyecto. Además puede usarse por diferentes personas durante el mismo intervalo de tiempo.   

La importancia del almacenamiento

No parece importante, pero es algo que te condicionará en el día a día.

Elige marcas consolidadas

A no ser que tengas la experiencia directa propia o  de alguien cercano, confía en aquello que ya está más que probado. Tal vez puedas encontrar robots que parecen iguales a otros pero más baratos y tal vez así sea… o no. En educación la fiabilidad del producto es extremadamente importante. Cuando llevas algo a clase tiene que funcionar, y funcionar correctamente, a la primera y sin fallos.

Evita temáticas cerradas y cuida de que sea inclusivo

Hay temáticas o colores que dejan fuera a un sector del alumnado y a la vez, si está muy enfocado hacia algo, pierde versatilidad. Por ejemplo, un robot de Stars Wars puede parecer muy atractivo pero su recorrido en el aula es limitado. Además, no olvides que disfrazar un robot puede ser un buen recurso en el aula.

PASO 3: Sácale partido a la red

En internet puedes encontrar multitud de vídeos (mira nuestro canal) de diferentes robots. Céntrate en tu preselección. Míralos en funcionamiento. No sustituye una experiencia real pero te ayudará. Intenta pensar a largo plazo, cuando se pase la fascinación del primer momento.

Te puede resultar interesante leer las opiniones de otras maestras y maestros. Intenta buscar también aquellos que reflejen la experiencia real de llevar los robots a un centro (aunque estén peor producidos y tal vez sean menos atractivos de visionar). También es importante mirar qué tipo de recursos hay asociados al robot.

PASO 4: Vale, lo enciendo… ¿Y?

El robot es una herramienta para conseguir objetivos pedagógicos, una herramienta fascinante, amplia y motivadora. En esencia no muy diferente a un lápiz (como recurso pedagógico en un aula).

El valor en sí mismo es limitado pero lo que propongas hacer con él será lo que lo convierta en un recurso rico, amplio y diverso. Elige robots para los que haya material complementario ya preparado. Cuando tengas callo en esto de la robótica en el aula plantearás tus propias actividades, pero sobre todo al principio, es de gran ayuda contar con recursos o lecciones ya hechas.

En la red encontraras muchos recursos, podemos dividirlos en tres grandes bloques:

Recursos online:

La mayor parte de robots educativos cuentan con propuestas de lecciones y actividades normalmente generadas desde la misma empresa que produce el robot (por ejemplo, Arduino Education, Ozobot y Sphero). En ocasiones son de pago y en otras gratuitos. 

Recursos físicos:

Son actividades generadas para una determinado robot o compatibles para varios. La principal ventaja de este tipo de productos es que los soportes que ofrecen son duraderos y de calidad, lo que supone que pueden usarse en multitud de sesiones con una inversión mínima de tiempo de preparación. Asegúrate de que son versátiles y puedas usarlos de base para proponer tus actividades. Si además permiten ser usados para que el alumnado plantee sus propios retos haces un pleno.

Recursos DIY:

Hay muchas maneras de hacer material para el aula, es genial porque permiten una contextualización perfecta y porque parte de su riqueza puede ser implicar al alumnado. Requiere una inversión, sobre todo de tiempo, por parte del profesorado. Así pues, la clave para que sean de verdad una opción que valga la pena está en el grado de participación del alumnado. Su implicación da a este tipo de recursos un valor añadido. Si la idea principal es preparar un material  relativamente fijo que luego pueda ser usado muchas veces, en general, suele resultar más eficiente irse a materiales ya fabricados. Sin embrago, si el proceso es parte de la lección el "hazlo tú misma" es una buena opción.Yo creo

Con la información que has recabado puedes tomar una decisión, que es conjunta, respecto a qué robot comprar y qué recursos vas a usar para empezar a llevarlo al aula

PASO 5 ¿Cuántos robots compro?

Esto siempre depende del presupuesto. En general, 2 o 3 personas por robot es una buena ratio. Es una combinación que exige que todo el mundo trabaje y a la vez que sea necesario llegar a acuerdos. Tal vez puedas juntar presupuestos de varios cursos o ciclos, incluso presentar un plan a dos o tres años para conseguir el número de robots que necesitas. En cualquier caso, te facilitará mucho la gestión de la clase si consigues que todo el alumnado de un aula tenga opción de trabajar con el robot a la vez. 

PASO 6: Cuando llegue, llévate uno a casa

Juega con el robot, date un tiempo para aprender a trabajar con él y si tienes opción, compártelo con niñas y niños. Verles jugar y reaccionar ante el robot te dará ideas. Recuerda pasártelo bien.

Para que el robot sea un buen vehículo de aprendizaje debe ser divertido. También puedes buscar formación específica. Investiga si en tu entorno hay alguna opción de curso o taller. En algunas Comunidades Autónomas los Departamentos de Educación correspondientes ofrecen formación a la red de profesorado.

PASO 7: Elige una actividad fácil para llevarlo al aula

Hazla primero tú en casa. Elige algo sencillo, es el comienzo así que empieza con algo con un fuerte contenido lúdico. Dependiendo del robot que hayas elegido niñas y niños necesitarán más o menos tiempo para aprender a manejarlo antes de hacer cosas con él. Así que como diría Maria Montessori, "una dificultad a cada paso", empieza poco a poco.

PASO 8: Planea el día D

El primer día del robot en el aula será especial para todas las personas que estéis en la clase. Es un momento de mucha emoción, disfrute.. y también desorden y ruido.

Intenta verlo con flexibilidad e incluye estrategias que te ayuden a gestionar el caos que pueda generarse:

  • Busca refuerzos: Tal vez las personas que están en prácticas, o la hora de tutoría de una compañera o compañero. A veces es posible desdoblar aulas.
  • Mejor antes del recreo: El factor tiempo es muy difícil de prever. Si después de tu clase hay otra, tendrás muy poco margen y, además, tal vez dejes la clase demasiado revolucionada para la siguiente propuesta. Niños y niñas querrán hablar y compartir sus experiencias. 
  • Si puedes, usa una sala con una buena acústica que evite el eco. La emoción es ruidosa.
  • Lleva plan A, plan B y plan C. Y prepárate para que las cosas sean diferentes a como habías pensado. Habrá días para trabajar intensamente con el robot. Pero procura que el momento de conocerlo sea relajado, sin pretensiones.. a la vez que interesante.

PASO 9: Evalúa una cantidad suficiente de experiencias

No te apresures, intenta llevar adelante varias sesiones, en varios grupos antes de empezar a evaluar la experiencia de tener el robot en el aula y ver cómo mejorarla.

PASO 10: Crea una red

Es una ayuda para las demás personas ver tu experiencia y para ti un recurso no hacerlo en solitario. Intenta buscar alianzas en tu propio centro u otros.

Pensar, idear, diseñar, implementar y evaluar, no es solo más rico si se hace con otra persona, sino que además es más divertido, creativo y motivador. Es también una buena forma de combatir la frustración y perseverar cuando sea necesario.

Bueno, pues estos han sido nuestros 10 pasos. ¿Te han servido de ayuda? ¿Nos hemos dejado algo importante? ¿Te gustaría que profundizaremos sobre algún punto?

Escríbenos y cuéntanos. ¡¡Encantadas de crear red también por aquí!! 

Si además de los puntos repasados en esta entrada quieres saber por qué es importante enseñar robótica en las escuelas, te animo a que visites el artículo de Tibot dedicado a ello. 

¡Hasta la próxima!

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