Una parte importante de crecer es identificar y entender las propias emociones y las de los/as demás.
Usando los ladrillos con caras, el alumnado puede reconocer sentimientos e identificar similitudes y diferencias mientras aprenden habilidades de colaboración.
Con las tarjetas de construcción y las detalladas unidades didácticas, se trabaja vocabulario y se fomenta la inteligencia emocional.
Edad recomendada: a partir de 3 años.
Cantidad recomendada: de 1 a 8 personas por set.